Esta expresión se ha hecho familiar entre nosotros, sobre todo porque desde el documento de los obispos latinoamericanos en Aparecida se presenta como el estilo de evangelización y catequesis para estos tiempos.
Pero tal vez sea necesario aclarar y profundizar el sentido más profundo de esta realidad. La misma tiene su origen en la iglesia antigua, que se había mantenido durante muchos años para introducir a la vida de la comunidad a los adultos que querían abrazar la fe cristiana, con la expansión del cristianismo y la generalización del bautismo de niños fue yendo en decadencia.
El Concilio Vaticano II la vuelve a proponer como camino para los adultos que desean hacerse cristianos, siguiendo este mandato la Santa sede propone luego el Ritual de la "Iniciación Cristiana de Adultos" (conocido como RICA). A decir verdad no sólo es un ritual, sino que es también una propuesta catequística (muy rica y abundante, hay que rastrearla en todos sus capítulos!) y además un plan pastoral.
Posteriormente el "estilo" allí contenido se propuso para la catequesis en general (muchos libros han tenido como un subtítulo diciendo "en estilo catecumenal".
En este sentido quisiera aclarar es que no se trata de un "método" para hacer catequesis, ni un libro que sirva para esto.
Además tenemos que decir que tampoco es un "elenco de contenidos básicos", o los conocimientos mínimos que debemos tener para ser cristianos.
La Iniciación Cristiana es el modo en que la Iglesia hace a alguien cristiano, y se trata de un "proceso" en el que se entretejen Catequesis, Oración, Sacramentos y Vida Comunitaria.
Se propone un camino que se recorre acompañado de toda la comunidad cristiana, pero en la que algunos miembros tienen algunas tareas específicas.
Por ello el proceso de "conversión pastoral" que pide Aparecida comienza con la comunidad cristiana toda, un cambio de mentalidad sobre la catequesis, sentido y lugar de los sacramentos, el valor de la vida comunitaria, etc.
Estas son unas primeras ideas sobre las que iremos profundizando para que no nos llegue la frustación cuando querramos hacer algo que llamamos "iniciación cristiana" pero que no está siendo hecho con el espíritu de la Iglesia sobre el mismo.
[Convendrá leer el Ritual de la Inciación Cristiana de Adultos, para captar la profundidad de la propuesta]
