La elaboración de los guiones de misa suele ser una preocupación de los equipos de liturgia, pero tal vez la preocupación sea excesiva cuando la comunidad en la que celebramos sea mas o menos estable, olvidándonos de dar mayor importancia al algunos elementos que "encarnan" más la realidad de esa comunidad.
Por eso aquí algunos consejos prácticos:
- leer todas las lecturas de la misa del día, inclusive el salmo.
- si es necesario nos ayudamos con algún comentario autorizado a comprender más profundamente las mismas.
- meditarlas (sería bueno con el método de la "Lectio Divina")
- descubrir los acentos que pone la liturgia (sobre todo con la relación entre primer lectura y evangelio y con las frases en rojo que preceden a las lecturas)
- ver que podría resonar más en la comunidad de los contenidos de las lecturas
- a partir de esto empezar a elaborar la Oración de los Fieles
Esto es lo más particular del guión que será de mayor utilidad para la asamblea ya que otros elementos pueden ayudar pero si no están se puede seguir igual la celebración, pero en ese momento además de favorecer al oración comunitaria ayudamos a relacionar Palabra de Dios con Vida cristiana, permitimos a los fieles hacer oración con la Palabra y hacerse conscientes de que esa Palabra pide hacerse vida, y que todo esto es posible sólo con la ayuda de Dios.
Todo lo demás puede esperar u omitirse o hacerse sencillamente, pero esto merece nuestro mayor esmero.
[más adelante nos detendremos en otros aspectos].
